domingo, 23 de diciembre de 2012

La Navidad debería ser más comercial

Por LEONARD PEIKOFF
Publicado originalmente en “Capitalism Magazine” en 1998. El contenido de este artículo fue entregado anualmente en la época de Navidad en el programa de radio de Peikoff, comenzando en 1995.

La Navidad en Estados Unidos es un exuberante despliegue de ingenio humano, de productividad capitalista, y del goce de la vida. Sin embargo, todo esto es condenado como "materialismo". El verdadero significado de la fiesta, se nos dice, es una variedad de cuentos sobre un nacimiento y mandamientos altruistas (por ejemplo, amar a tu prójimo), que nadie toma en serio.

De hecho, la Navidad como la celebramos hoy es una invención estadounidense del siglo 19. La libertad y la prosperidad después de la guerra civil de Estados Unidos, creó la nación más feliz de la historia. El resultado de esto, fue el deseo de celebrar, el deseo de deleitarse con los bienes y placeres de la vida en la tierra, convirtiendo a la Navidad en el principal festejo de este sentimiento  (que no era un día feriado federal hasta 1870).

--

Históricamente, las personas siempre han celebrado el solsticio de invierno como la época en que los días comienzan a alargarse, indicando el regreso de vida a la tierra. Los antiguos romanos festejaban y se deleitaban durante la fiesta de Saturno. Los primeros cristianos condenaron estas celebraciones romanas (ya que su espera del fin del mundo solo les permite el desprecio por los placeres terrenales). En el siglo IV, los paganos celebraban al dios del sol los 25 de diciembre, y los cristianos llegaron a una decisión: si no puedes contra ellos, únete a ellos. Alegaron (contrario a sus creencias) que esa fecha era el cumpleaños de Jesús, y usurparon para su iglesia la fiesta del solsticio.

Incluso, después del robo de la Navidad, los cristianos eran ambivalentes respecto a esta fecha. La fiesta era en sí un festejo a favor de la vida terrenal, pero la prédica de los cristianos es la renuncia a esto, el sacrificio y la preocupación por otro mundo, no este. Como Cotton Mather, un clérigo del siglo 18, lo expresó así: "¿Puede usted pensar en conciencia que nuestro Santo Salvador se honra con alegría?... ¿Será preciso decir que con el nacimiento de nuestro Salvador… nos tomamos el tiempo… de llevar a cabo acciones que tienen mucho más que ver con el infierno que con el cielo?".

--

Los mayores desarrollos del capitalismo del siglo 19: la industrialización, la urbanización y el triunfo de la ciencia, nos entregaron medios de transporte más rápidos, un correo más eficiente, publicaciones masivas de libros y revistas, y nuevos inventos que hicieron la vida más cómoda y emocionante. Y en la cima, los empresarios que entendieron que la manera de obtener un beneficio era producir algo bueno y venderlo a un mercado masivo.

Por primera vez, la entrega de regalos se convirtió en una característica importante de la Navidad. Los primeros cristianos denunciaron la entrega de regalos como una práctica romana, y los puritanos lo llamaron diabólico. Pero los americanos no iban a ser disuadidos. Gracias al capitalismo, había suficiente riqueza para que fuese posible hacer regalos, un gran aparato productivo para hacer publicidad de ellos y que estuviesen disponibles a bajo precio, y un país tan contento de que los hombres querían festejar con sus amigos y expresar su alegría de vivir. El país entero tomó con regocijo la entrega de regalos, llevándolo a una escala sin precedentes.

--

Papá Noel es un invento completamente estadounidense. Hubo un San Nicolás hace mucho tiempo y un débil feriado conectado con él (el 5 de diciembre). En 1822, un norteamericano llamado Clement Clarke Moore escribió un poema sobre la visita de San Nicolás. Fue Moore (y algunos otros neoyorquinos), quien inventaron el aspecto físico y la personalidad de St. Nick, se les ocurrió la idea de que Santa viaja en la víspera de Navidad en un trineo tirado por renos, baja por la chimenea, entrega juguetes en las medias de los niños, y luego regresa al Polo Norte.

Por supuesto, los puritanos denunciado Santa como el Anti-Cristo, porque él empujó a Jesús a un segundo plano. Por otra parte, Santa rechazó implícitamente la ética cristiana. No denuncia a los ricos y no demanda darles todo a los pobres, por el contrario, Santa da regalos a los niños ricos y pobres por igual. Del mismo modo, Santa no es un campeón de la misericordia cristiana o del amor incondicional. Por el contrario, él es el campeón de la justicia, Santa da regalos sólo a los niños buenos, no a los malos.

--

Todas las buenas costumbres de Navidad, desde los villancicos hasta los árboles junto a las decoraciones espectaculares, tienen su raíz en las ideas y prácticas paganas. Estas costumbres se ampliaron en gran medida por la cultura americana, como el producto de la razón, la ciencia, los negocios, la mundanería y el egoísmo, es decir, debido a la búsqueda de la felicidad.

La tragedia de Estados Unidos es que sus líderes intelectuales generalmente han tratado de sustituir la felicidad con la culpa, al insistir en que el significado espiritual de la Navidad es la religión y el sacrificio de Juan Perez, o su equivalente. Pero lo espiritual debe comenzar con el reconocimiento de la realidad. La vida requiere de la razón, el egoísmo, el capitalismo, esto es lo que la Navidad debería celebrar - y realmente, debajo de todo el discurso, es lo que se celebra. Es hora de sacar a Cristo de la Navidad, y girar las fiestas a un egoísmo sin culpa, a favor de la razón, de este mundo, y de una celebración comercial.

Traducción: Objetivismo Chile

No hay comentarios:

Publicar un comentario